lunes, 2 de abril de 2012

Inside


Aquí sigo refugiada en mi mundo.  Ese mundo que yo misma construí sólo para mí, sin cabida para nada más. En él estoy libre de toda preocupación, atadura o posible  herida. Libre del sentimiento de inferioridad, de los juicios de la gente sobre mí, de la falsedad. Y es que solamente yo misma soy capaz de comprenderme…o no. Quizás yo sea la única que no se comprende a sí misma. Si no salgo de este mundo quizás nunca sienta dolor ni tristeza… pero tampoco sentiré alegría, amor o la libertad de ser quien eres delante de los demás. Me empiezo a dar cuenta de que en mi mundo me libraré de lo malo, pero también y tristemente de lo bueno. Créeme, lo bueno siempre pesa más que lo que no lo es tanto. A veces está bien quedarse en el mundo propio. Como digo, a veces. Sal al exterior y disfruta de la vida y sobretodo vívela, porque si no lo haces por miedo a no vivirla como tú quieres, entonces no lo harás de ninguna forma. Como alguien dijo: El no, ya lo tienes.